Todas estas palabras provienen de un verbo del bajo latín, anteparare, ‘prevenir de antemano’, lo que significa que, al menos desde el punto de vista etimológico, tiene sentido la denotación específica de antiparras en la región del Río de Plata.
Su diseño moderno y liviano, incluye un visor de policarbonato transparente que absorbe el 99.9% de la radiación UVA y UVB.
Posee un recubrimiento antiempañante y anti rayaduras Scotchgard de 3M, lo que incrementa las ventajas de su uso.
Pueden ser utilizadas con insertos ópticos que van por dentro, lo que permite que aquellas personas que utilizan anteojos puedan ocuparlas tranquilamente manteniendo su seguridad y visión.
Se usan en laboratorios de química y farmacéutica, carpintería, minería. También se usan en deportes de invierno así como en natación. Los lentes antiparras comúnmente se usan al trabajar con herramientas, como taladros o motosierras, es decir herramientas que sueltan virutas que pueden ser peligrosas para el ojo.